El pozo

"Disculpe las molestias", avisa el cartel. Demasiado tarde. La mujer cae en el pozo. Del otro lado, la reciben sin asombro un búfalo y un matemático. Asustada, pregunta "¿dónde estoy?". El hombre le dice “tranquila, estás en casa”. Para corroborarlo, el búfalo le convida un vaso de leche bien caliente. Aliviada, la mujer va a la habitación vacía, se desviste y se mete en la cama. A su lado, uno de los albañiles le recita a Auden hasta que la gana el sueño y el pozo se cierra lentamente con ella adentro.