Rinocerontes no

Después que dormiste dos días seguidos en el pasillo de un hospital cualquier cama es la de un rey. Lo pienso ahora que estoy en un hotelucho de la Avenida de Mayo y dos cucarachas caminan por arriba del televisor. Apuesto a que vienen de un documental de la Nacional Geographic. Para corroborarlo enciendo la tele y no, hay uno de rinocerontes. Una vez que me entero de que pesan entre 2.300 y 3.500 kilos, que viven en promedio unos 50 años y que son solitarios salvo en períodos en que buscan aparearse, apago. Recién entonces enciendo el primer cigarrillo de la noche y me quedo mirando atentamente a las cucarachas, su lenta procesión sin fanfarrias. Ellas son más reales y sobre todo me recuerdan a Kafka.