La herencia

Cuatro ratas en un fiat 600. El dibujo data de 1972 y lleva mi firma. Cada rata tiene un color distinto: rojo, verde, azul y amarillo. El auto es blanco. Al dibujo lo guardó mi abuela por años y volvió a mí al otro día de su muerte, cuando revisamos sus cajones. Como debíamos repartirnos una herencia tan magra, no lo dudé: el ratón rojo fue para mi hermana, el azul para mi hijo, el amarillo para tía Marta y el verde para Osvaldo, el novio de mamá. Yo me quedé con el fiat, pero ese día me fui más solo que nunca.