Fue él

Las cosas claras desde el vamos: el asesino fue el mayordomo. El único enigma a dilucidar es a quién mató. Ante la ausencia del cadáver no hay tiempo que perder. Mucho menos esperar que el mayordomo confiese. Hilario es mudo. El detective Sosa está ante su caso más difícil, a pesar de tener enfrente al asesino aún chorreando sangre ajena de sus manos.