El azul, el amarillo, la milarbona

La milarbona es una planta que sólo crecía en el jardín de mi abuelo. Por más que se buscara replantar un gajo o intentarlo con sus semillas, no había caso. Sólo se reproducía allí. Su flor era de un azul intenso, con un centro amarillo al que no se podía dejar de mirar con cierta fascinación. Hablo en pasado porque el mismo día que murió el abuelo la milarbona se inclinó derrotada y en cuestión de minutos se marchitó definitivamente. Por la noche, el viento puso las cosas en su lugar: esparció el azul y el amarillo por los jardines de cada hijo y lo que hasta entonces no era, fue.