Mandato oriental

La rosa china no resistió las heladas del último invierno. Cheng Fu podría echarle la culpa al calentamiento global o sincerarse y admitir no haber escuchado a tiempo a los que saben. Cheng Fu no pierde la calma. Deduce que si romper un espejo trae siete años de desgracias, abandonar a su suerte a una rosa china no puede menos que ofrendar tres años de inspiración. Hoy es el primer día de ese crédito abierto y el hombre del jardín ha escrito cuatro poemas. En todos hay un espejo que se seca y una rosa que se triza. En ninguno llueve o sale el sol. Nieva. Y allí también Cheng Fu escribe.