Este corazón carnívoro que somos

Algunos ven la vida como si recorrieran el mundo en una bicicleta fija. Su hora es la de los relojes de pared y sus cuadros siempre están en el museo equivocado. ¿Qué tendrá de cierta esa teoría que asegura que los patos vuelan cuando quieren estar quietos? Nada de lo que se pueda aprender de estas u otras aves se acerca a las enseñanzas que se desprenden de la cinética del caracol. En su misterio a la vista está la clave: el humano es un acto fallido de la creación.