Música de ascensor

Cuando ella calla es cuando hablo yo. Cuando callo, es su turno. Entre ambos monólogos, como un péndulo esquizofrénico, una música de ascensor viene y va, lleva y trae, sube y baja, mi silencio o el suyo. Cuando su corazón o el mío llega a planta baja se abren las puertas, el día trae flores de un jardín en guerra y la música escapa torpemente con mis pantalones. ¿Por qué no puedo amarla así?