Lo que dura el efecto

Se me ocurrió viendo un documental de momias, un sábado por la tarde en que mi casa -sin niños ni electrodomésticos activados- ostentaba una paz infrecuente; de camposanto de pueblo si exagero. Los que me conocen saben que la fotografía me ocupa no sólo las horas del día sino también gran parte de las noches. Será por eso que si bien sueño como todo el mundo mis sueños son lo más parecido a fotos. A ver si me explico; si por caso estoy soñando que alguien me persigue por la estación de subterráneos de Nueva York, la velocidad de la escapatoria será lo suficientemente lenta como para permitirme ir tomando, desde ángulos imposibles, el tren que se detiene con puntualidad de té inglés, la madre con su niño buscando asiento, el policía pegándole a un carterista poco hábil, el dealer que se dirige al baño a la caza de clientes, y hasta mi otro yo corriendo por la vía hasta terminar, exangüe y sediento, en un bar atendido por mi propio perseguidor... Con la contundencia de un electroshock, el inesperado encuentro me despierta, pero al despertar cada fotograma del sueño ha sido revelado. Al menos en mi laboratorio cuelgan las mismas agitadas imágenes que acabo de soñar. Mi mujer, lejos de tratarme de loco, escribe con rigurosa fidelidad lo que le cuento porque en su novela autobiográfica yo soy el protagonista y cada foto que le aporto desde lo onírico, me explica, funciona como un nuevo capítulo que ella aprovechará antes de que pase lo que yo llamo el "efecto". Lo de las momias, en cambio, es un tanto más complicado. Me he propuesto
pasar una noche con una de ellas; se trata de la que duerme celosamente protegida en un subsuelo de la Facultad de Antropología. Es una adolescente peruana y tiene casi 600 años. Confío que a su lado voy a soñar la suficiente cantidad de imágenes para montar tal vez mi mejor exposición. Y como parte de nuestra secreta sinergia estética, mi mujer tendrá, además, el final de su morosa novela (lleva siete años sumergida en ella) y, por qué no, una bizarra foto para la tapa.