Cementerio indio
La sensación de estar parados sobre un territorio prohibido, en el que un par de señales deberían bastar para darnos cuenta de que no somos bienvenidos. No hay una mirada hostil que nos dé la alerta y tampoco hace falta. Ese algo imperceptible es suficiente para irnos rápidamente. Al tiempo, investigando acerca del lugar, por el testimonio de pobladores que vivieron allí hace demasiados años me entero de que allí existió un cementerio indio. ¿Por qué dejaron sus casas de un día para otro? Según parece, bastó que alguien decodificara lo que decía la piedra debajo del árbol. “Huyan, mientras puedan”, leyó en voz alta el traductor. Y huyeron, claro que huyeron.