(Oh)róscopo
Sería un desperdicio, una equívoca señal del destino, no aprovechar la escena de la adolescente aplastada por el cuadro de un olvidado autor renacentista para tomarla, sin alterar la sanguinolenta escena, como modelo de una obra que la continúe en el más acá. Acaso esta bella naturaleza muerta sea la misma a la que sus astros le vaticinaban claras aptitudes para el arte; virtudes para dar el cuerpo como otras el pecho o el alma. Ahora, cual perra abandonada en busca del calor de la estufa, sabemos que su suerte estaba echada; desintegrada y todo, la otrora nínfula se nos apagó tan perfecta como la luna en el agua de Venecia.