Navidad, navidad

La muerte nace todos los días. Retorna con ese ruido de autos que se estrellan en su propia música o con el atronador silencio del corazón que se duerme vacío. Viene a cortarnos desde el tallo, a deshojarnos con mano de verdugo. La muerte renace pero no vive, apenas se alimenta de esta nada que somos. Y nunca, nunca le alcanza.