Yu
¿Sabías que estoy en YouTube?, me pregunta demorando en su boca la bombilla del mate. Sin esperar que le responda, sigue: Sí, se me ocurrió grabarme leyendo un texto mío donde hablo de la inexistencia del amor y de la absurda mitificación del romanticismo en todas sus formas. Por si no lo viste, te cuento: estoy sola en el baño, hablándole al espejo. No usé música; directamente dejé abierta el agua de la ducha. Le da como más textura sonora al discurso y a la vez subraya cada palabra. La cosa termina cuando el vapor ha empañado todo y apenas se vislumbra mi espalda. ¿No está bueno? Antes de que pueda contestarle me escanea los ojos en busca de una respuesta que nunca llega. Le diría que la amo secretamente desde ese día que ella y yo preferimos guardar bajo siete llaves. Pero negocio mi silencio y voy hacia la bombilla como al puerto de su boca. Siempre seré uno más en su facebook. Un póster detrás de la puerta.